Andrea De Angelis – Ciudad del Vaticano

Hay un ganador, pero falta un gobierno y algunos de adentro ya han definido este resultado como una victoria de Sánchez, el presidente del Gobierno saliente que, tras la dura derrota de May en las elecciones administrativas, decidió disolver las Cámaras acudiendo a la votación anticipada, celebrada ayer, domingo 23 de julio.

Números de centro derecha

Los resultados de las elecciones españolas se traducen, por tanto, en un posible punto muerto en la gobernabilidad del país. El Partido Popular se presenta como la principal fuerza política, con 136 escaños, 47 más que los obtenidos en las elecciones de 2019, pero aún insuficientes para formar un gobierno unificado. De hecho, para obtener la mayoría absoluta, el partido tendría que alcanzar los 176 escaños. A estas alturas ni siquiera la posible coalición con Vox sería suficiente: el partido de ultraderecha se queda en 33 escaños, es decir, 19 menos que los actuales, lo que eleva el bloque a 169 escaños. Ni siquiera la hipotética aportación de diputados de la UPN y de Coalición Canaria alcanzaría para llegar a los diputados necesarios para formar gobierno.

Creciente participación

Por su parte, el Partido Socialista cuenta con un número de escaños similar al de hace 4 años, aunque ya no es la primera fuerza política. El presidente del Gobierno saliente, Sánchez, se atribuye así el mérito de haber impedido que el centroderecha, con Vox, volviera al gobierno por primera vez desde el fin del franquismo. Feijòo, líder popular, reivindica sin embargo el derecho a intentar formar gobierno: «Creo que es mi deber abrir el diálogo para evitar un periodo de incertidumbre», ha declarado. La participación fue buena, alcanzando casi el 69%, un aumento con respecto a hace 4 años a pesar del calor abrasador del domingo en la mayor parte del país.

El nudo político

“Fuimos testigos de un premio en los últimos 10 días el centroderecha ha hecho algo mal y ahora el escenario más previsible es la vuelta a las votaciones dentro de un año”. Así lo dijo en nuestra entrevista. Alfredo Luis Somoza, Presidente del Instituto de Cooperación Económica Internacional de Milán. “Las elecciones locales dieron un resultado indiscutiblemente favorable al Partido Popular, los españoles en los territorios vieron en la práctica lo que suponía la política de Vox, con incluso intentos de censura de libros en las bibliotecas públicas y, sobre todo, ataques a la autonomía, tan importantes en España”, explica. “Ciertamente, la transición del mitin callejero al gobierno de Vox no fue favorable, pero -añade- también cometieron errores los votantes populares, que según las encuestas debían tener al menos 150 escaños. Un error fue la decisión de Feijòo que, tras participar en un primer cara a cara con Sánchez, decidió no participar en los demás, asumiendo probablemente que ganaría”.

¿Las votaciones de diciembre o un gobierno de unidad?

¿Podemos hipotetizar un acuerdo entre los dos principales partidos españoles, por tanto populares y socialistas, divididos por tan solo 14 escaños? “No lo creo dado el nivel de confrontación al que hemos llegado. La Constitución española establece que si en los dos meses siguientes a la votación no hay presidente del Gobierno elegido para las Cortes Generales, debemos volver a la votación. Por eso, muchos -señala Somoza- coinciden en la hipótesis de nuevas elecciones en diciembre de 2023”. Sin embargo, cifras en la mano, queda una última hipótesis sorprendente: un gobierno de centroizquierda. “Sánchez podría formar gobierno con los 7 escaños obtenidos por la formación política de Carles Puigdemont, pero un acuerdo entre independentistas y socialistas es difícil por decir lo menos. Así que -concluye- más allá de la mayoría única posible por el número, el escenario más probable es la vuelta a las urnas en diciembre”.