en la fecha Junio de 2023, 11 países adoptaron monedas digitales banco central (CBDC), otros 53 se encuentran en una etapa avanzada de planificación y 46 están realizando investigaciones sobre el tema. Según datos del Atlantic Council, la primera versión digital de una moneda fiduciaria emitida por un banco central es la Dólar de arena de las Bahamas introducido en 2019. La incorporación más reciente a los países que emiten una CBDC es Jamaica con JAM-DEX, que se incluyó en el proveedor de pagos móviles Lynk en julio de 2022. Como se muestra en el gráfico, el paso del proceso, desde el piloto hasta la implementación, se ha acelerado a lo largo de los últimos dos años.
A junio de 2021, solo seis países han adoptado este tipo de moneda digital, todos ubicados en las islas del Caribe. Allá Nigeria el presentó eNaira en octubre de 2021, seguidos por otros cuatro estados insulares del Caribe hasta julio de 2022. Sin embargo, la implementación de las CBDC no está limitada por las fronteras nacionales. Los programas transfronterizos notables en la fase piloto incluyen mBridge, un proyecto de banco a banco en el que participan los bancos centrales de China, Tailandia, Hong Kong y Emiratos Árabes Unidos, tan bueno comoEl euro digital, para el que la Unión Europea está creando actualmente un marco legal. y cuya continuación probablemente será decidida por el Banco Central Europeo en octubre de 2023.
En comparación con las criptomonedas clásicas como bitcoins y también a monedas estables alineadas con moneda fiduciaria Tradicionalmente, las transacciones con monedas digitales del banco central no se realizan necesariamente a través de un protocolo descentralizado por parte de una entidad privada, sino que son supervisadas por la autoridad emisora. En lugar de tener una cuenta corriente en un banco tradicional, Los ciudadanos del país podrían cambiar su moneda fiduciaria por tokens. bonos digitales emitidos y reclamados por el banco central correspondiente, en una proporción de 1:1. Entonces, a diferencia de Bitcoin, Ethereum y otros tokens digitales, las CBDC no están destinadas a fines de especulación financiera, sino más bien, por ejemplo, a proporcionar un mayor acceso al dinero a las personas no bancarizadas o insuficientemente bancarizadas y hacer que los pagos digitales sean más eficientes en términos de tiempo y costos. Hoy en día, las soluciones tradicionales de pago digital y móvil satisfacen al menos parcialmente estas necesidades, aunque estén principalmente en manos de empresas privadas.
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