2022 fue el año más caluroso para España desde 1916, cuando se dispuso de datos por primera vez, según la oficina meteorológica nacional española Aemet.

España registró una temperatura media anual de casi 15,5 grados, la más alta desde 1916. Fue la primera vez que la temperatura media anual superó los 15 grados. El país experimentó un aumento repetido de las temperaturas durante las sucesivas olas de calor de mayo a octubre, y el mercurio superó los 40 grados en gran parte del país. La muerte de casi 4.744 personas es atribuible al calor. Sólo en julio murieron 2.000 personas.

El país también ha visto más de 300.000 hectáreas de tierra reducidas a cenizas por los incendios.

Sequía

España también registró su peor sequía en 2022. Los embalses del país estaban al 43% de su capacidad a finales de diciembre, por debajo de la media de diez años del 53%, según el Ministerio de Medio Ambiente.

En agosto, el suministro de agua en España cayó al 39,2% en sólo una semana, el nivel más bajo desde la gran sequía de 1995, cuando se impusieron severas restricciones al consumo y provocaron el colapso de la agricultura.

Las mayores dificultades por falta de agua se registraron en Galicia, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, Cataluña y Navarra, seis comunidades que sufrieron cortes de suministro.

Medidas excepcionales sobre el consumo de agua

La cuenca del Ter-Llobregat y la cuenca del Darnius-Boadella entraron a finales de noviembre en estado de alerta de sequía. Se han impuesto restricciones al uso del agua en 515 municipios catalanes. Entre ellos, también Barcelona. Las restricciones no se refieren al consumo doméstico de agua, sino a su uso en jardines, agricultura, industrias, explotaciones ganaderas y con fines recreativos, como en campos de golf.

En particular, el riego de los campos se redujo en un 25%, el agua destinada al ganado en un 10% y el agua utilizada en las industrias se redujo en un 5%. También se han vaciado las fuentes municipales y ya no se utiliza agua potable para limpiar las calles.

No es la primera vez que la región de Barcelona se enfrenta a una sequía de magnitud similar. Ya en 2008, esta región sufrió una grave sequía.