(Adnkronos) – Según el Centro de Estudios Confindustria, se espera que el PIB en 2024 crezca sólo un 0,5% en comparación con las estimaciones de marzo de 2023 que lo pronosticaban en un +1,2%. Una reducción de las estimaciones de crecimiento que parte del análisis del contexto macroeconómico actual que ve entre los factores más negativos los elevados tipos de interés para empresas y familias, la tendencia negativa del comercio internacional y más. Las inversiones son las que más sufren la situación, mientras que el consumo familiar y, en parte, el empleo parecen más resistentes, aunque desacelerándose. La producción industrial está disminuyendo, particularmente en sectores que consumen mucha energía, como el papel, los productos químicos, la metalurgia, la madera y los productos metálicos, mientras que los sectores de alta tecnología, como los farmacéuticos y la electrónica, son más dinámicos. El aumento del coste laboral por unidad de producto y la caída simultánea de la productividad del -1,8% también pesan sobre la desaceleración del crecimiento económico.
La situación italiana es particularmente negativa en comparación con otros países de la UE. Según las previsiones de crecimiento recogidas en los documentos de planificación presupuestaria enviados a Bruselas por los distintos gobiernos europeos, Italia se encontraría efectivamente al final de la lista a nivel continental para 2024. De hecho, los únicos países que estiman un crecimiento del PIB igual al de Italia o +1,2% sólo se refiere a Austria y Finlandia, pero como se mencionó anteriormente, esta estimación en nuestro caso se ha revisado a la baja. Entre los demás países grandes de la zona del euro, las estimaciones de crecimiento oscilan entre el +2% en España, el +1,6% en Alemania y el +1,4% en Francia, por lo que son claramente mejores que Italia. Se espera que el mayor crecimiento del PIB para 2024 sea el de Grecia, estimado en un +3%, y el de Irlanda, de un +4,5%.
Sin embargo, en lo que respecta al ratio déficit/PIB, Italia ha decidido mantenerse por encima del 3%, el umbral fijado por el Pacto Europeo de Estabilidad, al igual que varios otros Estados miembros, incluida Francia. Sin embargo, la economía italiana sigue agobiada por la deuda pública que, con un 140,2% del PIB, es la segunda peor de la UE, detrás de la de Grecia. Para 2024, este porcentaje sólo debería caer un 0,1%, una reducción completamente inconsistente. Por tanto, en la actualidad y según las estimaciones de Confindustria, el crecimiento económico para 2024 sigue siendo una utopía, sin perjuicio de que el escenario podría cambiar a medida que cambien algunos de los factores negativos presentes en el panorama económico y geopolítico global.
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