por Alessio Cuel –

Pedro Sánchez obtuvo una pequeña mayoría en el Congreso de los Diputados español (179 votos de 350 en la cámara baja, la única que vota con confianza) y, por tanto, es oficialmente Primer Ministro de España por tercera vez consecutiva.
Aunque es considerado un acuerdo controvertido, incluso por algunos miembros del propio Partido Socialista, el acuerdo con los separatistas catalanes de Junts es, cifras en mano, decisivo para el mantenimiento de la mayoría.
El pacto entre socialistas y separatistas catalanes, además de provocar el enojo de los partidos de derecha y sus seguidores, abre más de una pregunta sobre los vínculos entre la política y el sistema judicial. De hecho, si el Parlamento aprobara la ley de amnistía que Sánchez se comprometió a impulsar, el líder de Junts, Puigdemont, que ya había huido a Bélgica para escapar de la detención en España, podría beneficiarse de la extinción de sus delitos.
El acuerdo entre socialistas y separatistas catalanes, según las mejores expectativas de Sánchez, pretende distanciar a la derecha nacionalista del gobierno de Madrid. Pero, como lo demuestran las elecciones del 23 de julio y, especialmente, las tensiones presentes en el país, España está profundamente dividida en al menos dos frentes políticos opuestos.
En los próximos meses, el renovado vigor de la independencia catalana podría ayudar a alimentar un clima político sobrecalentado, cuyos partidarios potencialmente se verán galvanizados por el acuerdo del gobierno y, posiblemente, la promulgación de la ley de amnistía. Finalmente, seguramente provocará mucha discusión sobre el conflicto entre la política y el poder judicial que este acuerdo pretende exacerbar.
Clima cálido, por tanto, en una España que se prepara para concluir su semestre europeo caracterizado por el lema “Europa, más cerca”. Un lema que simboliza un espíritu de proximidad humana, política e institucional y que parece casi paradójico, si pensamos en las fuerzas centrífugas y las divisiones (derecha-izquierda, nacionalismo-independentismo, político-judicial) presentes en el país.