En España, una mujer de 55 años murió de shock anafiláctico después de realizar la llamada “apiacupuntura”, un tratamiento que consiste en ser picado por abejas para aprovechar las supuestas capacidades curativas de su veneno. La paciente había estado siguiendo una sesión por mes durante aproximadamente dos años, contra dolores musculares y estrés, cuando durante una de estas sesiones desarrolló repentinamente dificultades respiratorias y pérdida del conocimiento: ningún tratamiento pudo revertir los efectos del shock y la víctima Murió pocas semanas después de su ingreso en el hospital. Este es el primer caso de muerte tras apiterapia descrito en la literatura médica.
Pseudoterapia
La práctica de presionar a la abeja en el punto deseado hasta extraer el aguijón es muy popular en China y Corea; pero incluso en Occidente está aumentando el número de «seguidores» que lo utilizan para tratar una serie de problemas, desde el reumatismo hasta el cáncer. Pura locura: la comunidad científica internacional nunca ha reunido pruebas de la eficacia de esta “terapia”; mientras que un estudio publicado en 2015 en la revista «Plos One» demostró que, en este tipo de tratamiento, el riesgo de efectos adversos es 261 veces mayor que con una picadura de insecto normal. «La exposición repetida a un alérgeno, en este caso el suero de abeja – explican los expertos del Journal of Investigational Allergology and Clinical Immunology, que informó del caso – conlleva un mayor riesgo de sufrir una reacción alérgica grave en comparación con la población normal». Riesgos establecidos y verificados versus beneficios sólo hipotéticos que aún están por demostrar: en resumen, no lo intentes.
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