En definitiva, vanguardista en su ADN y con una vertiente fashion que no deja indiferente a nadie, Pedro Sánchez escribe, al igual que Letizia, un capítulo en la historia del traje ibérico. Efectivamente sus outfits no pasan desapercibidos.: después de todo El Guapo de la política, como lo apodan en casa, cuenta con una asesora de imagen, Magdalena Pérez, que lo sigue como su sombra. En el contexto público, el Primer Ministro tiende a preferir ropa formal pero moderna, que corresponde a su imagen de político contemporáneo y accesible, siguiendo la estela de su contemporáneo Justin Trudeau en Canadá.
Su estilo, en cualquier caso, ha experimentado una evolución: si al inicio de su mandato parecía más convencional, con el paso de los años Experimentó con colores y cortes más atrevidos. Su uso de tonos sofisticados y detalles únicos, como calcetines estampados o corbatas estampadas, reflejan comunicación intencional a través de la moda. Esta discreta estrategia sartorial permite a Sánchez mantener una imagen moderna y sofisticada, sin exagerar. A aderezo poderoso estratégico y un ganador, demostrando que la moda puede ser una poderosa herramienta de comunicación e influencia en el ámbito político.
En 2022, todos recuerdan el traje morado llevado al Senado, lo que lo dejó atónito en ese momento. Un gesto estilístico que pretendía desviar la atención de su polémico discurso mientras España atravesaba un momento de turbulencias por el impuesto bancario, las relaciones con Marruecos o la reforma de determinados delitos.
«Erudito zombi. Amable amante del alcohol. Organizador. Pionero del café de toda la vida. Evangelista de Internet. Friki de Twitter. Aficionado a la música».