Cia-Agricultores Italianostras la presentación de las reformas a la ley de finanzas, sigue de cerca la evolución del debate sobre la modificación de los impuestos especiales sobre el tabaco y las repercusiones que podrían tener sobre el sector primario.
Estamos seguros de que Gobierno y Parlamento tienen clara la sensibilidad de intervenir en un sector cuyas repercusiones pueden tener complicadas consecuencias sobre parte más frágil de la cadena de suministro, o de nuevo componente agrícola.
LAn Italia, el 32% del tabaco producido en Europa se cultivasegundo país de la UE Polonia con 19%, tercer país España con 17%, luego Grecia con 15%. En el contexto de la UE, Italia sobresale Evidentemente no solo en términos de cantidad, sino también en términos de calidad, sostenibilidad ambiental, productividad y rendimiento de los cultivos.
El sector agroindustrial del tabaco emplea a unas 40.000 personas en todo el país. En las áreas de producción de tabaco y procesamiento primario, también hay un porcentaje de empleo femenino de alrededor del 50%, obviamente muy superior al promedio nacional.
Ahora -subraya Cia- las intervenciones de impuestos especiales desequilibradas podrían poner en peligro la estabilidad económica y social de muchos territorios y una cadena de suministro valorada en unos 130 millones de euros en agricultura cada año.
El sector agroindustrial del tabaco resiste en Italia gracias a una relación sutil, fatigosa, delicada y continua entre las organizaciones económicas campesinas y las multinacionales del sector, a través de contratos firmados también bajo la égida del Ministerio de Agricultura.
Cambios sustanciales en las condiciones de tributación, sin un proceso participativo y posiblemente compartido con los protagonistas, podrían conducir a desvinculaciones de inversión por parte de las grandes multinacionales, con graves consecuencias para ciertas regiones del país en términos económicos, sociales, ambientales e hidrogeológicos.
CIA-Italian Farmers preguntaEntonces, la mayor atención a la consecución de soluciones que ayuden a encontrar el equilibrio del sector y garantizar que los agricultores aún no paguen precios muy altos.
La cadena de suministro del tabaco es ‘intensiva en mano de obra’con un porcentaje de horas trabajadas que no se puede comparar con ninguna otra actividad agrícola. Tambiénes una cadena de suministro con altos costos de produccióneste requiere inversiones agrícolas importantes y debe programarse en el tiempo. Por eso -concluye Cia- una fuerte iniciativa hacia las multinacionales, para acuerdos plurianuales con agricultores, ya no puede ser pospuesta por el Ministerio.
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