Adiós a Paco Rabanne. El diseñador español, conocido por sus perfumes más vendidos, murió a la edad de 88 años en Portsall, Francia. El grupo español Puig, propietario de la casa de moda que fundó, ha anunciado su desaparición. Definida por Coco Chanel como «la metalúrgica de la moda» por el uso del metal en sus creaciones: por otro lado, Rabanne comenzó su carrera en la década de 1960 como orfebre, creando joyas para Givenchy, Dior y Balenciaga. Oro, plata, metal, plástico pero también papel: no había material que no moldeara con sus manos expertas, utilizando unos alicates en lugar de aguja e hilo.

Nacido en San Sebastián, en el País Vasco (España) con el nombre de Francisco Rabaneda y Cuervo, era hijo de la costurera jefe de la sucursal española de Balenciaga: la moda siempre ha formado parte de su vida y, tras estudiar en la prestigiosa Ecole des Beaux Arts de París, en 1965, crea su primer vestido. Era un vestido tubo de plástico, emblema de su ser una creadora completa, en parte estilista y en parte artista, siempre audaz experimentadorY. Su primer desfile, en 1966, escribió una página en la historia de la moda: no solo porque fue el primero con música de fondo, sino sobre todo porque trajo a las pasarelas prendas confeccionadas con materiales nunca antes utilizados para ropa. . Ni que decir tiene que fue un escándalo en París pero todo este clamor hizo que los pintores surrealistas, más cercanos a su visión artística, se fijaran en él. En especial Salvador Dalí, que le definió como el segundo mayor genio de España, después de él mismo. Sofisticada, refinada y absolutamente brillante para la época, su ropa era una preciosa armadura capaz de realzar el cuerpo femenino sin sacrificarlo nunca.

Paco Rabanne continuó su experimentación a lo largo de los años 80 y 90, con nuevos materiales como el plexiglás y la fibra óptica que alimentaron su creatividad y formaron la esencia de las obras maestras de la moda amadas y lucidas por actrices, modelos y estrellas en los eventos más exclusivos. No solo eso: durante su dilatada carrera también trabajó en el cine, creando, por ejemplo, el vestuario escénico de Barbarella con Jane Fonda como protagonista y «Two for the Road» con Audrey Hepbourne. Reservado por naturaleza, rara vez aparecía en público: en 1999 decidió retirarse del mundo de la moda, dejando que su marca hablara por él. Así, tras despedirse de la Alta Costura, creó Ultraviolet, su primer perfume: las propias fragancias son los ladrillos con los que construyó su imperio. De One Million y Lady Million a Invictus, sus perfumes han marcado generaciones enteras.