Como es el caso en muchos países europeos, la salud pública también está luchando para satisfacer la demanda en España. Para muchos, la única alternativa es recurrir al sector privado. “En el público los tiempos de espera para una cita son muy largos pero a veces no puedes esperar o posponer la cita con el médico”, explica la paciente de una clínica privada.
El último empujón para volcarse al sector privado lucrativo vino de la mano de la pandemia, tras la cual un millón y medio de españoles contrataron pólizas privadas, lo que elevó el número total de asegurados a 12 millones.
Para Jesús Fernández Lobo, empresario del sector, “la sanidad pública ha estado sometida a una presión insostenible y los particulares han atendido a pacientes que no podían ser atendidos por la sanidad pública”.
Pandemia, o elecciones políticas, lo cierto es que en España hay 700.000 pacientes en lista para ser operados, con un tiempo medio de espera de 113 días. Sin embargo, también se esperan ralentizaciones en las clínicas privadas. “El tiempo para una visita a centros privados como este era menos de dos semanas, pero la situación ha incrementado los tiempos de espera incluso en algunos centros privados especializados”.
En este contexto, el gasto de los ciudadanos en pólizas de seguro de salud aumentó un 7%, alcanzando los 10.500 millones de euros. Juan Abarca, presidente de IDIS, fundación que agrupa a operadores privados de salud, niega que el crecimiento del sector privado sea preocupante. «En todo caso, debería preocuparnos que la gente no quiera recurrir a la salud pública», dice. “El modelo que tenemos no está diseñado para hacer de la sanidad privada una alternativa, sino un complemento de la sanidad pública”.
Para el Gobierno socialista de España, una de las prioridades sigue siendo salvar la sanidad pública, uno de los pilares del Estado del Bienestar.
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