SANTANDER – El 16 de abril, tres martillazos simbolizarán el esfuerzo de los romeros por abrir, como manda la tradición, la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio de Liébana, a los pies de los Picos de Europa. Así comienza el acontecimiento religioso y cultural más importante de Cantabria en el norte de España: el Año de San Lebaniego. El Jubileo es sobre todo una oportunidad para descubrir una región rica en cultura, historia, tradiciones y bellezas naturales.
El derecho a celebrar el año jubilar lebaniego deriva de una bula del papa Julio II de 23 de septiembre de 1512, período de indulgencia por los pecados ligado a una ruta de peregrinación. Se celebra siempre que la festividad de San Toribio cae en domingo, excepto cuando el 16 de abril es Semana Santa: en este último caso, se aplaza una semana la apertura de la Puerta Santa. Históricamente, los fieles comenzaron a admirar un trozo de la cruz de Cristo recuperada de Toribio di Astorga en Tierra Santa, el «Lignum crucis», reliquia conservada en el monasterio de Santo Toribio, de mayor tamaño que la conservada en San Pedro del Vaticano. . Para obtener el perdón de los pecados, el peregrino reza un Padrenuestro, un Credo y una oración por el Papa, debe confesarse y asistir a la Misa del Peregrino que tiene lugar todos los días a las 12 horas, durante el Año Santo, en el monasterio. Franciscano de San Toribio. Otra forma de celebrar el Año Santo Lebaniego, y sin duda la más extendida, es recorrer el Camino del mismo nombre, patrimonio de la UNESCO, que ofrece al peregrino – «cruceno», peregrino de la Cruz – un recorrido por yacimientos arqueológicos y parajes naturales de gran belleza. El Camino tiene 72 kilómetros y parte de San Vicente de la Barquera, antiguo pueblo de pescadores de la costa; luego continúa por pequeños espacios rurales ricos en tradiciones y joyas culturales como la iglesia gótica de Santa María de los Ángeles, el castillo de San Vicente, la villa de Potes, la iglesia de Santa Juliana en Lafuente y la de Santa María de Lebena . La ruta finaliza en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde se puede admirar el Lignum Crucis. Frente a otras rutas de peregrinación, la ruta Lebaniego es ante todo una de las rutas naturales más bellas de España por los 6 espacios protegidos, ecosistemas y paisajes que atraviesa. Entre estos magníficos paisajes naturales, se destaca el Desfiladero de la Hermida, un profundo cañón de 21 kilómetros, el más largo del país; y un bosque de más de 200 castaños centenarios entre los municipios de Pendes y Cabañes. Como cada Año Santo, el Gobierno de Cantabria organiza una serie de actividades religiosas y culturales para poner de manifiesto la importancia histórica, social y política del territorio de Liébana, que tiene como referente el Monasterio de Santo Toribio. Podrás ser testigo de antiguas tradiciones y fiestas populares como el antiguo carnaval rural de Piasca, llamado «Andruído», de origen prerromano, que recuerda los rituales de los orgullosos guerreros cántabros; o la procesión de la Santuca, en mayo, cuando se lleva en procesión una imagen de la Virgen María desde Aniezo, a 15 kilómetros.
Otro de los atractivos del Camino es la gastronomía regional, considerada una de las mejores de España: desde pescados del Cantábrico hasta sabrosas carnes, quesos con verduras y platos únicos como el cocido lebaniego elaborado con garbanzos y guisantes y el montañés, elaborado con frijoles blancos.
De hecho, Cantabria está atravesada por otro famoso camino: el de Santiago del Nord. La región española es la única del mundo cristiano que cuenta con dos rutas de peregrinación Patrimonio de la Humanidad, cada una con su propio Año Jubilar que se remonta a la Edad Media. Para los que hacen el Camino de Santiago, la visita al monasterio de Santo Toribio es un pequeño desvío y una obligación: se sale en Muñorrodero, a 12 kilómetros de San Vicente de la Barquera, y desde allí bastan 3 etapas para llegar a Liébana. .
Para más información: spain.info (ANSA).
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