DE NUESTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS – España y los Países Bajos, dos gobiernos bastante opuestos en lo que respecta a la gobernanza europea, publicaron el lunes (4 de abril) un documento conjunto en el que afirman que la reforma del Pacto de Estabilidad debería introducir reglas sobre el gasto público. El documento será presentado en la reunión de ministros de finanzas de la eurozona que se realizará esta tarde en Luxemburgo.
Madrid y La Haya argumentan en su documento un tanto desprovisto de fuerza que «transformar los objetivos a medio plazo en una simple regla dedicada al gasto público haría que las reglas fueran más comprensibles, más fáciles de aplicar y más anticíclicas, especialmente si están asociadas a un claro cláusula de emergencia definida para hacer frente a eventos extraordinarios fuera del control de los gobiernos”.
Al mismo tiempo, las dos capitales subrayan la necesidad de adaptar la consolidación presupuestaria «a la situación específica de cada país». La sostenibilidad fiscal debe hacerse de manera que se preserve el crecimiento, debe incluir inversiones financieras pero también reformas estructurales “creíbles y verificables”. Además, prosigue el texto, sería necesario «dar un papel más importante a las instituciones presupuestarias independientes».
La postura se produce cuando los países miembros discuten si y cómo extender la suspensión de las reglas del Pacto de Estabilidad, decidida en el momento del estallido de la pandemia de coronavirus. Algunos gobiernos argumentan a medias que la guerra en Ucrania debería llevar a la Comisión Europea a posponer el retorno completo de las reglas presupuestarias, especialmente porque mientras tanto se ha decidido reformar el Pacto de Estabilidad.
En este frente, el ejecutivo comunitario deberá presentar propuestas en los próximos meses. El documento conjunto de España y los Países Bajos también toca otros temas, incluida la unión bancaria y la unión de los mercados de capitales. Por un lado, los países miembros tienen evidentes dificultades para acordar la tercera etapa de un proyecto de diez años: el nacimiento de un seguro de depósito solidario. Los otros dos elementos son la supervisión y la resolución, ambos a nivel europeo.La elección de Madrid y La Haya para firmar un documento conjunto sobre temas tan sensibles que en el pasado les ha llevado a tomar posiciones contrapuestas no sólo sorprende en parte. En los Países Bajos, llegó al poder un gobierno más abierto a nuevas soluciones a nivel europeo, dispuesto a facilitar las inversiones financieras. En España, el establishment siempre ha buscado a los bancos entre los países considerados más virtuosos en materia de finanzas públicas.
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