La excepción europea que permite a Italia pescar almejas por debajo del tamaño mínimo ha despertado la ira de España.
El problema, en este caso, es precisamente el tamaño: hace apenas un mes la Comisión Europea decidió ampliar la concesión a los pescadores del mar Adriático para comercializar el almejas tamaño inferior al exigido por las mismas normas comunitarias. En concreto, según las directrices del Viejo Continente, no sería posible pescar moluscos de menos de 25 mililitros pero, en el caso particular del ecosistema italiano, la talla minima el punto de referencia se ha reducido a solo 22 mililitros. Como se mencionó, esta es una disposición que a lo largo de los años ya se ha ampliado, suscitando cada vez controversias a veces tímidas, a veces más vivas de otros países miembros. En particular, entre los eurodiputados que más decidieron hacer oír su voz, los de España.
Aquí, en efecto, la pesca de estos particulares moluscos se realiza sobre todo en Andalucía, donde de hecho las aguas son más frías y sujetas a corrientes que el modelo italiano: finalmente para Madrid es una competencia desleal, fomentada por el temor de que Italia venda más productos que los demás precisamente en virtud de la concesión europea. Los coordinadores de los principales grupos políticos europeos, representados por eurodiputados de nacionalidad española, han pedido que se profundice en el estudio de las evidencias científicas que subyacen al acto delegado por el Cspet, sobre las que se han expresado «serias perplejidades», llegando incluso como para definirlo «fraude»; pero en realidad los representantes del Bel Paese parecen dispuestos a formar un frente común.
«Italia está lista para unirse para defender sus negocios y sus trabajadores de la pesca», dijo el eurodiputado de la Liga Norte Rosana Conte. «Hay mucha evidencia científica que demuestra que la excepción es un acto de justicia hacia las empresas italianas: el tamaño mínimo establecido por el reglamento de la UE por razones de protección de los recursos, de hecho, no tiene sentido en las aguas de la laguna del Adriático. Mar. . Estudios oficiales han confirmado que nuestros pescadores han conseguido asegurar una explotación sostenible del stock de almejas y, al mismo tiempo, preservar la salud de los fondos marinos, recibiendo así el visto bueno de la propia Comisión. Los españoles podrían haber hecho lo mismo, presentar resultados en sus mares, pero no lo hicieron».
«Entusiasta de Twitter. Erudito del tocino. Ninja del café. Evangelista web sutilmente encantador. Introvertido».