“Las causas -explica- son bien conocidas y van desde el impacto de la pandemia en la situación económica de empresas y familias hasta la reaparición de la inflación, el impacto concreto y psicológico de la guerra en Ucrania, la insuficiente producción de coches nuevos por a las dificultades en el suministro de chips electrónicos y otros componentes que parece ser el elemento más penalizador en estos momentos. De este panorama sombrío, solo emerge una cifra positiva y es el crecimiento en muchos países de la cuota de coches eléctricos en las matriculaciones” .
En el primer semestre de 2022 respecto al mismo periodo de 2021, se produjeron descensos del 16,3% en Francia, del 11,9% en Reino Unido, del 11% en Alemania y del 10,7% en España, pero el peor resultado lo registró Italia con una contracción del 22,7% y un aumento muy limitado de la cuota de coches eléctricos. «Es obvio -subraya Gian Primo Quagliano, presidente del Centro de Estudios de Promotores- que, incluso si el sector del automóvil está en crisis en toda Europa Occidental, la particular gravedad de la situación italiana requiere de todos y también, por supuesto, por parte de las autoridades gubernamentales, mucha mayor atención de la que se ha prestado hasta ahora e intervenciones mucho más significativas.” (MANIPULAR).
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