Un bono verde nuclear. Dicho así, parece un oxímoron. Sin embargo Generación de electricidad de Ontario (OPG), considerado uno de los productores de energía limpia más grandes y diversificados de América del Norte, lanzó el primer Bono verde nuclear de $ 300 millones. El producto neto de esta emisión se destinará a financiar la renovación de Darlington, uno de los mayores proyectos energéticos de Canadá. Una vez completado, este proyecto de $12,800 millones generará electricidad durante otros 30 años.

OPG ha lanzado una actualización de su marco para bonos verdes que ahora incluye proyectos nucleares, en reconocimiento del papel fundamental que desempeña esta tecnología para abordar el cambio climático y lograr los objetivos de cambio climático de OPG. La compañía dijo en un comunicado que cree la producción nuclear es un elemento esencial en el camino hacia las emisiones cero junto con los socios con los que trabaja para lograr una economía de «cero neto» para 2050.

Por otro lado, esta es la tendencia mundial que continúa, teniendo en cuenta también la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía de la UE. A pesar de ello, el de la energía atómica sigue siendo uno de los tema controvertido tanto institucional como técnicamente. En efecto, en Europa, tanto los miembros de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios como de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, así como algunos Estados miembros, como Austria, Luxemburgo, España y Alemania, se opusieron a la inclusión de nuclear (y de gas) en la taxonomía. Además, subsisten ciertos problemas críticos en el uso de este tipo de energía vinculados, por ejemplo, a la gestión de desechos radiactivos, preocupaciones sobre la extracción de uranio y el potencial de accidentes catastróficos.