Cada familia italiana desperdicia una media de casi 20 kg de alimentos al año. Este es uno de los datos del Observatorio del Desperdicio Alimentario de Crea, Alimentación y Nutrición presentado por la Sociedad Italiana de Nutrición Humana (Sinu) en el XLIII Congreso Nacional. Y para luchar contra el desperdicio de alimentos, Sinu ha desarrollado un conjunto de pautas para conductas más virtuosas que van desde la planificación de gastos hasta la reutilización de las sobras y los beneficios de la dieta mediterránea para la salud pero también para el ahorro. Lo informa una agencia de Adnkronos.
En detalle, los datos del Waste Observatory muestran que los italianos desperdiciaron una media de 370 gramos de alimentos por semana por familia en 2018. La cifra está en línea con lo medido en Holanda (365 g/semana) e inferior a lo observado en España (534 g/semana), Alemania (534 g/semana) y Hungría (464 g/semana). Al observar los tipos de residuos, se observa que, en comparación con el total de los cuatro países europeos, en Italia se desechan más productos totalmente en desuso (43,2% frente al 31% de la cantidad desperdiciada), mientras que la propensión a tirar los sobrantes es menor. (14,6% frente a 20%) y también productos que han sido abiertos pero aún no se han consumido por haber caducado (30,3% frente a 36%). En 2021 hubo un aumento de los residuos domésticos que llegaron a 420 gramos semanales por familia.
El tamaño de la familia y el desperdicio de alimentos están relacionados, pero al observar los datos per cápita, vemos más desperdicio en familias unipersonales. Además, existe cierta propensión al despilfarro de alimentos en los grupos de edad más jóvenes y entre los hogares con más recursos económicos. Por otro lado, la conciencia de los hogares sobre el impacto negativo de los residuos en diferentes niveles es bastante alta. El impacto económico es el más sentido (70%), muy superior al impacto social (consecuencias sobre la disponibilidad de alimentos en el mundo, (59%) y el medio ambiente (55%).
Para fomentar el comportamiento virtuoso, los expertos señalan 10 puntos:
1) planificar el menú semanal;
2) definir las cantidades a comprar ya cocinar;
3) no a las compras impulsivas o excesivas;
4) comprar siempre después de comer y nunca con el estómago vacío;
5) aprender a reconocer si un alimento sigue siendo bueno;
6) aprender a leer la etiqueta;
7) reutilización de restos;
8) seguir la dieta mediterránea;
9) preferir porciones individuales o porciones pequeñas;
10) educar a las nuevas generaciones.
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