Negro, rojo, blanco: solo tres colores para la portada del nuevo número de L’Espresso. A los lados, dos medias caras grises, en blanco y negro. Marcello Dell’Utri a la derecha, Totò Cuffaro a la izquierda. En el medio el título: «Cuestión amoral». Porque es indigno de un país civilizado que dos personas que tienen a sus espaldas convicciones mafiosas sean decisivas para las elecciones regionales en Sicilia. Un escándalo que muestra la insuficiencia política de todo el país.
Teníamos la ilusión de que la clase política podía reformarse, denuncia Massimo Cacciari. Pero el Palazzo no admite ninguna barrera moral, añade Lirio Abbate en su editorial.
Una cuvée Eugenio Scalfari nos recuerda cuando era Enrico Berlinguer quien denunciaba la “cuestión moral”. Hoy la alarma llega desde Sicilia: Antonio Fraschilla, acompañado de las palabras de Claudio Fava y Enrico Letta, reconstruye la historia del apoyo de los «impresentables» al candidato de la derecha. Susanna Turco vuelve a armar el rompecabezas de alianzas imaginativas en los mil municipios que van a las oficinas administrativas. ¿Y el referéndum sobre la justicia? Simone Alliva resume la historia de un fracaso anunciado.
Mientras Giuseppe Conte expone a Fraschilla los pilares económicos de su estrategia de captación de votantes, Marco Grieco reconstruye el camino que le espera a la ley sobre el “ius scholae” y Massimiliano Coccia hace balance de sus investigaciones sobre el Vaticano. Gloria Riva (que escribe sobre el trabajo de jóvenes cada vez menos cualificados) y Giovanna De Giudice, psiquiatra de Basaglia que vuelve al drama de los enfermos mentales encerrados en prisión, retoman el tema de dos portadas recientes.
Desde Ucrania llegan noticias de armas cada vez más mortíferas utilizadas por los rusos contra civiles (escribe Lorenzo Tondo), mientras la guerra se extiende también al mundo virtual (por Luciana Grosso) y Nora Krug continúa con su diario de guerra dibujado. Y Gaia Van Der Esch explica por qué Italia también haría bien en incluir más mujeres en la gestión de la política exterior.
Mientras tanto, la urgencia que provoca el embargo contra los rusos empuja el proyecto de un nuevo gasoducto entre España y Toscana (de Carlo Tecce) y lleva a diluir el Green Deal (de Federica Bianchi). La burbuja financiera que envuelve al mundo del fútbol europeo (de Gianfrancesco Turano) no parece estar en crisis.
Y L’Espresso cierra con una historia de amor no contada por André Aciman, una entrevista a Licia Troisi por parte de Chiara Valerio, y Greta Scarano que le cuenta a Antonia Matarrese qué sueños la llevaron a actuar. Stefano Bartezzaghi también cuenta una historia de amor: la de Umberto Eco y el arte, una pasión que, seis años después de la muerte del colaborador más ilustre de L’Espresso, todavía tiene mucho que ofrecer a los lectores.
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