Bruselas – Las luces en Bruselas brillan sobre la amnistía catalana. Precisamente en momentos en que el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y presidente del Gobierno saliente, Pedro Sánchezencontró elcomprensión con los separatistas catalanes para dar origen al nuevo gobierno progresista, ayer (8 de noviembre) llegó a Madrid una carta de la Comisión Europea solicitando más información sobre el trabajo para el proyecto de ley de amnistía para todos los implicados en la realización del referéndum de 2017 sobre la autodeterminación de Cataluña.
«Le agradecería que me pudiera proporcionar información más detallada, particularmente en lo que respecta al ámbito personal, material y temporal de este proyecto de ley», es la petición explícita del jefe de Justicia del gabinete von der Leyen, Didier Reyndersal actual Ministro de Justicia, Pilar Lloppy el de la Presidencia, Félix Bolaños. El motivo del envío de la carta está relacionado con «serias preocupaciones» sobre las discusiones en curso sobre la posible adopción de una ley de amnistía: “Aunque por el momento no hay una propuesta formal, se ha convertido en un tema de considerable importancia en el debate público”, aclaró Reynders, haciendo saber al ejecutivo de transición español que “La Comisión ha sido contactada a este respecto, en particular por un gran número de ciudadanos.“. El gabinete de Von der Leyen reitera su compromiso de «vigilar y apoyar los valores fundamentales de la Unión en todos los Estados miembros», trabajando con las autoridades de Madrid «para garantizar el respeto del Estado de derecho» en todas sus formas. Y, como señalan portavoces de la Comisión Europea, el Gobierno ya ha respondido asegurando que cualquier ley de este tipo «pasará por el proceso democrático del Parlamento“. El ministro español de la Presidencia Félix BolañosDestacó que “como siempre, estaremos encantados de trabajar con la Comisión Europea para informaros de todas las dudas que queráis saber y, por supuesto, para facilitaros toda la información que necesitéis”.
Desde que recibió oficialmente el rey Felipe VI de España el mandato para formar gobierno – tras el doble fracaso del presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo – el Primer Ministro saliente fundó un programa de gobierno con la izquierda de Sumar e intensificó las negociaciones con los separatistas de Juntas por Cataluñael partido secesionista catalán fundado por el ex presidente de la Generalitat de Cataluña y hoy diputado europeo, Carlos Puigdemont. “Nuestro campo de actuación y nuestro perímetro, como siempre, será la Constitución, para desarrollar la política de convivencia entre todos los territorios españoles”, fueron las primeras palabras de Sánchez tras recibir la misión del rey. Entre Condiciones impuestas por Puigdemont para apoyar desde fuera a un Gobierno progresista de izquierdas Precisamente está la cuestión muy espinosa de la amnistía para los organizadores del referéndum de octubre de 2017 en Cataluña: hasta 1.500 personas condenadas o juzgadas por participar en diversas acciones separatistas (algunas incluso antes o después de la votación sobre la independencia) deberían beneficiarse de esta amnistía. Con el acuerdo alcanzado esta mañana (9 de noviembre) entre el PSOE y Junts, La toma de posesión de Sánchez como presidente del Gobierno español se espera en los próximos días.
Amnistía catalana para el gobierno de Sánchez 3
La formación de un nuevo gobierno progresista liderado por Sánchez tenía que pasar inevitablemente por la cuestión catalana y el diálogo que inevitablemente se produjo con los diputados de Junts per Catalunya. Precisamente esta formación política resulta fundamental en una España dividida en dos tras las elecciones de finales de julio. El Primer Ministro saliente puede contar actualmente con 170 diputados: Psoe y Sumar aportan 152 (121 y 31 respectivamente), más 5 del Partido Nacionalista Vasco (Eaj-Pnv), 7 de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y 6 de la coalición de nacionalistas vascos progresistas Euskal Herria Bildu (Ehb ). Faltan al menos 6 para alcanzar el umbral de mayoría mínima en el Congreso y Junts suma un total de 7.
Ya durante la primera sesión del nuevo Parlamento en agosto, elacercamiento entre socialistas y catalanes – que había permitido la elección del socialista Francine Armengol – aunque Junts había aclarado que el acuerdo no se refería a una posible toma de posesión de Sánchez como presidente del Gobierno. Sin embargo, durante las semanas siguientes, los aliados más cercanos del PSOE, la coalición de partidos de izquierda Sumar, establecieron un acercamiento gradual. Una semana después de la votación en el Parlamento, el portavoz de Sumar y eurodiputado del grupo Verdes/ALE, Ernesto Urtasunhabía ofrecido los primeros signos de apertura a constitucionalidad de una amnistía general para todos los involucrados en la organización y realización del referéndum de autodeterminación de 2017 en Cataluña.
El choque entre la izquierda y los catalanes continuó en Bruselas, cuando el viceprimer ministro y ministro de Trabajo saliente, Yolanda Díaz (líder de la coalición Sumar), el pasado 4 de septiembre se reunió con Puigdemont en el Parlamento Europeo para intentar una mediación que pudiera desbloquear el nacimiento del Gobierno de Sánchez 3. Para tener luz verde es necesario el voto favorable de los separatistas de Junts en el primer intento. , o la no oposición al segundo (para el umbral de mayoría simple). El eurodiputado catalán es muy consciente del poder que tiene en sus manos: “No estamos hablando de una solución alternativa para hacer avanzar al Parlamento y cerrar la puerta a la derecha., sino porque si hay un acuerdo, será un compromiso histórico ya que ningún régimen o gobierno español ha logrado jamás lograrlo”, dijo Puigdemont un día después, enumerando las condiciones para el apoyo externo. Reconocimiento de la legitimidad de la independencia catalana, abandono del proceso judicial, creación de un mecanismo de mediación y verificación, promoción de la lengua catalana en la Unión Europea y -sobre todo- amnistía para todos los implicados en el referéndum de 2017. ¿Qué pasa ahora? La Comisión quiere saber más sobre.
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