Cardenal Zuppi (CEI): los elegidos deben estar al servicio de todos, especialmente de los más pequeños. También seremos escuchados con severidad.
Pedimos a los cargos electos que ejerzan su mandato como una ‘alta responsabilidad’, al servicio de todos, empezando por los más débiles y menos garantizados”. Así lo dice el IEC. La agenda de los problemas de nuestro país es densa: la pobreza constante y preocupante creciente, el invierno demográfico, la protección de las personas mayores, las brechas entre territorios, la transición ecológica y la crisis energética, la defensa del empleo, especialmente para los jóvenes, la acogida, protección, promoción e integración de los inmigrantes, la superación de los retrasos burocráticos, las reformas de la expresión democrática del Estado y de la ley electoral”.
«Estos son algunos de los desafíos que el país está llamado a asumir en este momento. Sin olvidar que la guerra en curso y sus graves consecuencias requieren un compromiso de todos y en plena armonía con Europa», dijo el cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia. y presidente de la CEI, en un comunicado tras las elecciones políticas del domingo 25 de septiembre. “Italia necesita el compromiso, la responsabilidad y la participación de todos”, advierte Zuppi, recordando que “en el llamamiento del Consejo Episcopal Permanente, lanzado en vísperas de las elecciones, subrayamos la importancia de participar en el futuro del país”.
“Lamentablemente, debemos constatar con preocupación el creciente abstencionismo, que ha caracterizado esta vuelta electoral, alcanzando niveles nunca vistos en el pasado -prosigue-. Es el síntoma de un malestar que no se puede desestimar a la ligera y que más bien conviene escuchar ”. Por eso, “renovamos con aún más convicción la invitación a ‘ser protagonistas del futuro’, conscientes de que es necesario reconstruir un tejido de relaciones humanas, del que ni siquiera la política puede prescindir”.
“La Iglesia, como ya se ha repetido -concluye el presidente de la CEI-, ‘seguirá indicando, con severidad si es necesario, el bien común y no el interés personal, la defensa de los derechos inviolables de la persona y de la comunitaria’. , respetando las dinámicas democráticas y los roles diferenciados, no dejará de contribuir a la promoción de una sociedad más justa e inclusiva».
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