Allá España asumirá mañana oficialmente la presidencia rotatoria de la Consejo de la Unión Europea que inevitablemente estará condicionada, más o menos, por las elecciones del próximo 23 de julio. A poco menos de un mes de las elecciones, de hecho, las encuestas indican que el Partido Popular (Pp) de Alberto Núñez Feijoo como primera fuerza en el país, sin lograr, sin embargo, una mayoría absoluta que permitiera la creación de un gobierno unificado. Esto obligaría al pueblo a entablar complejas negociaciones con Vox, el partido soberano de santiago abascal, dificultado aún más por la necesidad de instalar cuanto antes al nuevo ejecutivo para no correr el riesgo de comprometer irremediablemente el semestre de presidencia española. Por otro lado, los “ensayos generales” de la convivencia “forzada” ya se vislumbran en las negociaciones iniciadas tras la victoria del Partido Popular en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28 de mayo. Tras la Comunidad Valenciana, Vox y el PP anunciaron hoy un acuerdo de coalición en Extremadura, mientras continúan las negociaciones en Baleares y Aragón.
Entre los principales asuntos que la presidencia de turno española estará llamada a abordar, el apoyo a Ucrania tendrá inevitablemente un papel destacado. Al menos en este punto, la UE hasta ahora no ha dado señales de rendirse y el apoyo a Kiev es unánime. De lo que aprendimos de «Agencia NovaPor otro lado, será más complejo encontrar un equilibrio entre las demandas de kiev de una adhesión “acelerada” a la UE y la necesidad de no ignorar las mismas aspiraciones de los países de los Balcanes Occidentales. Otro tema que estará en el centro del trabajo de la Presidencia española de la UE es dar una traducción jurídica concreta al Pacto sobre Migración y Asilo, introduciendo un principio de colaboración y solidaridad con la redistribución de los migrantes. El acuerdo prevé una compensación económica en caso de que un Estado miembro decida no recibir físicamente a un migrante. El presidente del gobierno español Pedro Sánchez Dijo que confiaba en que para fin de año podamos lograr un objetivo que ha estado en el centro del debate político europeo durante años. En cualquier caso, subsiste la dificultad de definir claramente a nivel comunitario la decisiva e incierta distinción entre titulares de protección internacional (refugiados) e inmigrantes económicos, que a menudo tienen una vida muy corta.
En este caso, sea cual sea el color político del próximo gobierno español, en este punto, tanto socialistas como el Partido Popular parecen compartir sustancialmente la necesidad de adoptar una política común de redistribución. Otra cuestión que se abordará este semestre, pero con toda probabilidad sin resolver, es la relativa a la autonomía estratégica de la UE, cuya dependencia de actores externos, como demuestra el caso del gas ruso, ya no permite aplazar una reflexión en un mayor reparto de la soberanía en un escenario internacional cada vez más complejo. Esta cuestión está íntimamente ligada a la posición de la UE frente a China. Siempre en cuanto a la proyección global de la Unión, la Presidencia española ha señalado que uno de sus principales objetivos será fortalecer las relaciones con América Latina. En este sentido, la cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebrará los días 17 y 18 de julio en Bruselas, es, en palabras de la ministra española de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, un «punto de partida» para que los dos bloques «nunca más se separen». Para el jefe de la diplomacia en Madrid, en realidad, la UE «ha dado la espalda» a América Latina durante demasiados años».
Otro tema que estará en el centro del semestre español es el de la transición energética y el medio ambiente. Según ha podido saber «Agencia Nova», un cambio de gobierno en España podría, en este caso, tener un impacto significativo en la posición de Madrid en temas como, por ejemplo, la energía nuclear. El líder del pueblo Alberto Núñez Feijoo, prometió detener el desmantelamiento planificado de centrales eléctricas para 2035 y extender su ciclo de vida. Feijoo subrayó que no es posible «desconectar» las centrales nucleares que actualmente suministran el 21% de la energía española, mientras las plantas de energías renovables no sean capaces de cubrir este porcentaje del consumo. Las elecciones del 23 de julio podrían provocar, por tanto, un cambio de rumbo en la posición de España en varios temas de la mesa europea, poniendo en entredicho algunos de los objetivos a alcanzar anunciados por el Gobierno de Sánchez.
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