MADRID (Reuters) – España depende cada vez más del gas natural ruso, incluso cuando sus importaciones totales están cayendo.
Las importaciones españolas desde Rusia aumentaron un 65% en julio respecto al mismo mes del año pasado, mientras que el país importó un 14% menos de gas durante el mes, señala un comunicado de Cores, filial del Ministerio español de Energía y Medio Ambiente.
Como resultado, la participación del gas ruso en las importaciones totales –España depende totalmente del gas extranjero– alcanzó el 28% en julio, frente al 14,5% en el mismo mes de 2022.
Rusia se ha convertido en el segundo proveedor de Madrid después de Argelia, que transporta gas a España a través de un gasoducto que cruza el Mediterráneo. Las importaciones procedentes de los principales países exportadores, como Nigeria, Noruega, Qatar y los Estados Unidos, cayeron en julio.
En los primeros siete meses del año, las importaciones de gas ruso aumentaron un 70%, representando el 21% de las importaciones totales, convirtiendo a España en el segundo mayor cliente de Rusia.
España no es el único comprador de gas ruso en la Unión Europea, aunque el objetivo oficial del bloque es dejar de depender de los combustibles fósiles de Moscú en unos pocos años.
La semana pasada, un análisis realizado por activistas mostró que los países de la UE importaron alrededor de un 40% más de GNL de Rusia entre enero y julio que durante el mismo período de 2021, antes de la guerra en Ucrania.
Las importaciones generales de gas natural ruso se han desplomado desde el año pasado, después de que Rusia redujera los flujos a Europa en respuesta a las duras sanciones económicas occidentales y debido a la explosión de los gasoductos submarinos Nord Stream.
Hoy en Bruselas, Teresa Ribera, ministra española de Energía, que ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, dijo que no había planes para prohibir las importaciones de GNL ruso en el corto plazo, porque tal medida desencadenaría un aumento en los precios que podría paralizar la economía del bloque.
(Traducido por Camilla Borri, editado por Sabina Suzzi)
«Nerd ávido de las redes sociales. Adicto a la comida. Experto en la web. Experto en televisión sin disculpas. Pensador amistoso».