Seguimos trabajando y buscando entre los escombros de las discotecas de Murcia, totalmente destruidas por el incendio que se produjo ayer de madrugada y que causó al menos 13 muertos y 24 heridos. En el gimnasio cercano, donde las autoridades han reunido a los familiares de las víctimas, continúa el triste procedimiento de identificación de las víctimas, sólo gracias a la prueba de ADN. En cuanto al número de personas desaparecidas, anoche faltaban cinco nombres. Esta mañana, ese número se reduce a dos, ya que tres de ellos se pusieron en contacto con sus familiares durante la noche. Mientras tanto, hoy comienzan los tres días de luto decididos por la Región de Murcia: a las 12.00 horas se guardará un minuto de silencio a las puertas de los ayuntamientos y en las sedes de las principales instituciones en homenaje a las víctimas.
Los testigos
“Estaba con un amigo en el baño. Desde allí escuchamos gritos. Y salimos corriendo. Había mucho humo, estaba oscuro, no se veía nada, pero por suerte logramos salir.» Esta es la historia de una de las supervivientes del incendio de la discoteca de Murcia, Adriana Caballero, de veinte años, que celebró su cumpleaños en este club. Otros hablan de las dificultades que supone salir de la discoteca, llena de pasillos, siempre a oscuras: «Fue como salir de un laberinto, a oscuras, entre el humo», cuenta otro superviviente. Se sigue investigando, pero resulta que alrededor de diez de los trece cadáveres encontrados en el interior de la discoteca La Fonda se encontraban en la zona privada, la zona reservada del club para la organización de fiestas privadas, en el primer piso. Y anoche, al menos En esta discoteca se estaban realizando dos fiestas de cumpleaños, para bajar y salir del salón solo había una escalera, y al parecer la mayoría de los cuerpos fueron encontrados en la zona más alejada de esta escalera, otros testigos relatan no haber visto nunca una salida de emergencia reportada en esta habitación. Pero como declaró anoche el alcalde, las investigaciones encaminadas a establecer posibles responsabilidades apenas están comenzando.
La vicepresidenta Yolanda Díaz habló en nombre del Gobierno en X: “Seguimos con preocupación la noticia de la tragedia de Murcia. Mi cariño a todos los afectados y mi más sentido pésame a sus familiares.» El alcalde José Ballesta decretó tres días de luto municipal por las víctimas.
El incendio se extendió a otras discotecas de la zona comercial y de ocio conocida como Las Atalayas. Los bomberos lograron extinguir el incendio y se encuentran en el interior del local siniestrado para identificar a posibles otras víctimas. Imágenes de la zona del accidente muestran a decenas de jóvenes en las calles cercanas a las discotecas, mientras una enorme columna de humo negro se elevaba desde el local. Un total de 12 camiones de bomberos y 40 trabajadores trabajaron para apagar el incendio. Los servicios de emergencia han habilitado un polideportivo para prestar ayuda, en particular psicológica, a las víctimas.
«Ya he solicitado toda la información y todos los documentos sobre las discotecas: puedo asegurarles que quien no respete las normas será llevado ante la justicia. Hasta ahora hemos pensado en ayudar a los familiares de las víctimas, luego trabajaremos sobre las responsabilidades. Pero pase lo que pase, lo aclararemos todo hasta el final», añadió el alcalde Ballesta.
El anterior en 2009.
Este incendio es el que provocó el mayor número de víctimas mortales registrado en España en el momento de la tragedia ocurrida en 1990 en la discoteca Flying de Zaragoza, donde murieron 43 personas. La mayor tragedia en una discoteca española tuvo lugar en Madrid el 17 de diciembre de 1983, cuando las llamas arrasaron el local de Alcalá 20, provocando la muerte de 81 personas, la mayoría muy jóvenes. Este desastre provocó una tormenta política ya que las investigaciones demostraron que lo que hizo que el desastre fuera aún más grave fue la falla del sistema de iluminación y una puerta de seguridad cerrada. Tras este incendio, España aprobó numerosas normas encaminadas a aumentar la seguridad de los locales.
Publicado en El pequeño
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