Dora Cortigiani nos ha dejado. Parece mentira que su constante presencia en el mundo de la gimnasia pensara prescindir del turinés oficial de la competición. Jueza internacional, honorífica en Europa, otorgada en 2019 por los «Longevity of Judging Service Awards», otorgados a todos aquellos que han trabajado activamente en al menos cinco competiciones mundiales, Dora también ha sido gimnasta y entrenadora artística en el Reale de Turín, el club deportivo más antiguo de Italia. Empezó a los seis años y luego dedicó su vida a las grandes herramientas de la mujer. Técnica de Verónica Servente en los Juegos de Barcelona de 1992, volverá a los Juegos Olímpicos detrás de la mesa del jurado, en Londres en 2012, veinte años después. «Fue una referencia – confirma el campeón absoluto de 1993 – En España no se quedó en el Village, pero hizo de todo para estar cerca de mí. Éramos jóvenes y vivimos momentos inolvidables juntos”. Dentro de los muros de la empresa, ahora se había dedicado a los programas Plata, tras años de Oro y las numerosas colaboraciones con la selección absoluta, para tener tiempo libre.
Pero para Cortigiani, la gimnasia era más que un trabajo. Su pasión sin límites la recompensó acercándola a la epopeya de Vanessa Ferrari, de quien era una gran admiradora. En una entrevista, dijo que en Indianápolis en 1991, el objetivo de Italdonne era, como mucho, clasificarse, pero ahora la GAF italiana lucha por el podio. Y ella también tuvo su parte de mérito en este extraordinario desarrollo. Directora técnica regional y referente del jurado de Piamonte, sucumbió a una enfermedad incurable al día siguiente de cumplir 59 años. Su desaparición tomó a todos por sorpresa, también porque parecía estar mejorando y seguramente estaba a punto de vivir otra gran emoción con el próximo campeonato mundial, programado para Amberes a principios de octubre.
Sin duda seguirá al Mundial y a sus queridas hadas desde un lugar privilegiado y para todo el movimiento azul será un motivo más para honrar la memoria de otro de sus testaferros. «Tenemos el corazón roto – comentó el presidente de la FGI Gherardo Tecchi – Dora es parte de nosotros y seguirá estando en hermosos recuerdos. Su sonrisa era contagiosa y expresaba plenamente el verdadero significado de nuestro deporte, la alegría infinita. Quien, por tanto, no terminará ni siquiera con la muerte y su espíritu positivo flotará como polvo de magnesia». El número uno de la gimnasia y todo el Consejo Ejecutivo Federal envían sus condolencias a la familia Cortigiani y no faltarán oportunidades para recordarlos oficialmente, con los debidos honores, en lo que resta de temporada.
«Music geek. Unapologetically travel pioneer. Passionate entrepreneur. Internet nerd. Professional bacon guru.»