Incertidumbre es quizás una de las palabras más apropiadas para describir los escenarios económicos relacionados con todas las economías del mundo, incluida Italia. Es por ello que, en su última proyección macroeconómica, el banco de italia presentó dos escenarios: un caso base y el peor de los casos. El primero supone que los flujos de gas de Rusia a Italia se mantienen en los niveles de los últimos meses y que los precios de las materias primas son consistentes con los inferidos de los contratos de futuros recientes. En el peor de los casos, por el contrario, una interrupción completa de los flujos de gasolina rusa a Europa y precios de las materias primas marcadamente más altos, lo que vendría acompañado de una desaceleración más marcada del comercio internacional y, en el corto plazo, de una mayor incertidumbre.
El Banco de Italia rebaja sus previsiones de crecimiento para 2023
En el escenario base, el crecimiento de la producto Interno Bruto de Italia se ha revisado sistemáticamente a la baja: en 2023 la creación de la Via Nazionale espera ahora un crecimiento limitado al 0,3 %, es decir, un punto entero menos que las estimaciones publicadas en julio, mientras que en 2024 espera un +1,4 %, frente al +1,7 % estimado en julio. Para el año en curso, sin embargo, Via Nazionale indica un plus del 3,3%, un decimal más que en julio.
A la contracción de la producción que comenzó en la segunda mitad de 2022 le seguiría una modesta recuperación a partir del segundo trimestre de 2023, que se fortalecería gradualmente a partir de entonces. “La debilidad de la actividad en los próximos trimestres reflejaría principalmente la de consumo doméstico y la inversión empresarial en maquinaria y equipo, que se ve afectada por el impacto de la alta inflación sobre la renta disponible, la mayor incertidumbre y el aumento de los costes de financiación. También se vería afectado por la desaceleración del comercio internacional”, explicó Via Nazionale.
Banco de Italia eleva estimación de inflación para este año y el próximo
La inflación de los precios de consumo, medida sobre la base de la variación armonizada del índice de precios de consumo, debería situarse en un 8,5 % de media en 2022, debido principalmente a efecto de fuertes aumentos en los precios de la energíaque afectan directa e indirectamente al índice general de precios por su impacto en los demás componentes.
A partir de entonces, una estabilización gradual de los precios de la energía, aunque en niveles elevados, y la relajación de los cuellos de botella en el suministro apoyarían una reducción gradual de la inflación, que alcanzaría una media del 6,5 % en 2023 y del 2,3 % en 2024, cuando será impulsada principalmente por la evolución del componente subyacente, que excluye alimentos y bienes energéticos. Este componente aumentaría un 3,2% en promedio este año, un 3,1% y un 2,5% en 2024. (reproducción reservada)
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