– Noventa y cuatro años, y todavía un profesor de música popular y solicitado. El intemporal Michele Marvulli recibió hace unos días su última invitación del Conservatorio Santa Cecilia de Roma donde, en presencia de numerosos antiguos alumnos (ahora profesores), público y alumnos, impartió una clase magistral de piano en el auditorio del Instituto. L.v. Beethoven… este desconocido”. No podía dejar de ir a rendirle homenaje. Tuve tiempo de conocerlo justo al inicio de mi presidencia del Conservatorio Rossini, donde fue director durante trece años antes de concluir en 1994. Llegó a Pesaro en 1981 y durante su mandato el Conservatorio vio aumentar su prestigio gracias a iniciativas destacadas. . , como el desarrollo de una orquesta de nivel profesional y la organización de importantes producciones de ópera (“Francesca da Rimini” de Zandonai con Raina Kabajvanska e “Il Barbiere di Siviglia” con motivo del bicentenario de Rossini). El maestro Marvulli desarrolló una carrera especialmente brillante desde muy joven: ya en 1955, en Ginebra, ganó la medalla de oro en la sección de música de cámara, en el concurso de piano de ese año, a dúo con la violinista Ludmilla Kutznetsoff). Inmediatamente después de la guerra, tras mudarse a Suiza, asistió a la Hohe Musikschule de Basilea. De regreso a Italia, a partir de los años 1960 y durante más de 40 años, impartió clases en diferentes conservatorios.
Asesor privilegiado de Nino Rota – del que fue alumno en los «Piccinni de Bari – desde su juventud hasta la muerte prematura del Maestro, dirigió sus primeras interpretaciones (Concierto en mi menor para piano en la RAI de Nápoles con el mismo compositor como solista y la ópera “I due timidi” en el Teatro Petruzzelli de Bari) y representó sus obras maestras en los principales teatros, encargándose también de la edición póstuma de importantes obras para piano (I preludi). Michele Marvulli se ha consolidado – su biografía lo demuestra: como director reconocido y estimado por las mejores orquestas italianas. Ha dirigido casi todo el repertorio lírico y sinfónico, actuando también varias veces como director-solista. Invitado de importantes orquestas extranjeras – cabe mencionar el citas con la Orquesta de Cámara de Praga en el Festival Internacional de Ljubljana, la orquesta del Festival Internacional de Pula («Turandot» de G. Puccini) y la Orquesta del Festival Internacional de Reykjavik (música de Nino Rota) – también ha actuado en Polonia, Rumanía, Hungría, Alemania, Francia, España, Estados Unidos, Australia y México. A nivel internacional, ha impartido clases magistrales en Alemania (Düren), Francia (Moulin D’Andé), Estados Unidos (Manhattan Music University of New York, Winston Salem University – North Caroline) y Australia (Flinde’s University – Adelaide). En 1991, una comisión presidida por Goffredo Petrassi e integrada por Claudio Abbado, Salvatore Accardo, Carlo Maria Giulini, Gianandrea Gavazzeni, Maurizio Pollini, Riccardo Muti, además de críticos musicales de los principales periódicos italianos, le concedió el prestigioso «Massimo Mila». premio.» por “el Magisterio de la educación superior y el compromiso permanente”. Una enseñanza por la que los alumnos siguen agradecidos como en el caso de Michele Francesco Battista que se graduó muy joven con las más altas calificaciones y distinciones bajo la dirección de Michele Marvulli en el conservatorio «Piccinni» y es hoy un reconocido intérprete cuyos recursos tímbricos y expresivos son el elemento más destacado por la crítica; Una reseña en “El Correo de Andalucía” define su capacidad de tocar como “extraordinaria y mágica”. Profesor del Santa Cecilia, impulsó la masterclass Marvulli.
*Presidente Emérito del Conservatorio
Universidad Estatal Rossini
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