Hasta ayer por la tarde parecía difícil decir quién, entre Uruguay y Rusia, estaría mejor situado para enfrentarse en octavos de final. Entonces, en teoría, el gol de 3-0 de la Celeste debería haber llevado a España a preferir a Rusia. Sin embargo, la Roja jugó contra Marruecos como si no les importara mucho. Tanto es así que al inicio del tiempo añadido se encontraba en el segundo lugar del Grupo B, perdiendo 2-1, mientras que Portugal vencía a Irán por 1-0. Luego estuvieron los dos minutos que pasarán a la historia no sólo por el cambio (incluso emocional) que provocaron, sino porque fue el VAR quien lo determinó. Iago Aspas marcó un gol de tacón (bonito por cierto), pero anulado por el juez de línea. Pero el árbitro uzbeko Irmatov cambió la decisión cuando apareció una imagen en la que una línea roja mostraba que el delantero español (que sustituía a Diego Costa en zapatillas) estaba efectivamente sobre la línea. Un gol que no habría sido suficiente sin el empate simultáneo de Irán mediante un penalti (también otorgado por el VAR) que una vez más dio la vuelta a la situación.
Iniesta con dos caras
Si España se encontró en esta situación fue porque en el minuto 14 de la primera parte, Iniesta provocó un lío con Sergio Ramos como nunca había visto en su carrera. Boutaib se coló entre los dos y corrió solo desde el centro del campo hacia De Gea para marcar el primer gol. Don Andrés entonces lo compensó con un arrebato que (dada su edad) sólo pudo haber sido alimentado por la ira por el error cometido cinco minutos antes. Llegando a la línea de gol, tras una magnífica jugada de balón, Diego Costa-Isco colocó el balón en el centro para que el extremo de la Real empatara.
Var en estéreo
Tras arriesgar otro disparo al vacío de Boutaib (buena salida de mano de De Gea), España decidió intentar hacerse con el control del partido. Incluso lo consiguió (la posesión superó el 70% en un momento), pero siguió corriendo y girando el balón demasiado lento. Lo que dio a Marruecos la oportunidad de mantenerse en el partido e intentar ganarlo: primero con un córner rematado por Amrabat, luego con el cabezazo de En Nesyri, que saltó mucho más alto que Sergio Ramos en un córner lanzado por Fajr. En el centro, un cabezazo de Isco fue detenido sobre la línea, a puerta vacía, por Saiss. Luego el Var en estéreo, entre Kaliningrado y Saransk. Lo que envía a España a Moscú.
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