Una prueba de dopaje positiva oculta al público. Un deportista muy conocido que no sólo siguió jugando tras su confirmación en la muestra B, sino que incluso ganó el mundial. La noticia de la fuerte descalificación (dos años) impuesta por la UEFA no se conoció hasta ayer, diez meses después de los hechos, después de que el deportista en cuestión rescindiera (con total confianza) el contrato con el ex equipo para firmar uno nuevo. Cosas que sólo pasan en el fútbol y de las que el argentino Alejandro Papu Gómez, actual centrocampista ofensivo del Monza, es protagonista.
En noviembre de 2022 -en vísperas del Mundial de Qatar- Gómez recibe una visita sorpresa de inspectores médicos ante un entrenamiento del Sevilla en el que llevaba jugando una temporada tras las siete que pasó en el Atalanta. El frasco de orina, analizado en el laboratorio de Madrid, dio positivo, pero la Federación Española de Fútbol sólo comunicó la noticia a la UEFA, al deportista y al equipo.
La sustancia en cuestión (terbutalina) se considera “específica” o podría resultar de la ingesta de un medicamento que pueda ser utilizado con autorización terapéutica la cual deberá ser comprobada y documentada por el deportista. En el caso de sustancias «específicas», la suspensión de la actividad la deciden caso por caso las federaciones, que sin embargo casi siempre la aplican para evitar tener que cancelar resultados retroactivamente, o por los deportistas de forma independiente.
En España, sin embargo, decidieron no arrestar a Gómez y mantener el asunto en secreto.. El argentino jugó así en Qatar (dos partidos) y ganó el Mundial. A su regreso -mientras sus abogados intentaban defenderle en el procedimiento deportivo- volvió a jugar con el Sevilla en Liga y en la Europa League (dos veces contra la Juventus) hasta a la rescisión del contrato el 1 de septiembre y el posterior compromiso con Monza. El equipo de Brianza ha sido informado de la situación y del procedimiento actual pero decidió correr el riesgo, aspirando a una absolución que no se produjo. El contrato –en cualquier caso– estaba protegido en caso de condena.
Ahora la inhabilitación es ejecutiva y con la pena máxima prevista para la sustancia. La Comisión Antidopaje española aprobó la teoría de Gómez de que afirmaba haberlo tomado a través de un fármaco destinado a calmar el broncoespasmo, pero no la fundamentó. A diferencia de otros ingredientes activos de la misma categoría (como el salbutamol), La terbutalina es un dopaje independientemente de la cantidad inhalada.y para un deportista tomarlo sin prescripción médica es un grave error.
Papu Gómez sigue ante el arduo camino de recurrir al TAS en Lausana, Monza “se reserva el derecho de evaluar los próximos pasos procesales”. La suspensión entrará en vigor a partir del último partido disputado, el del 8 de octubre contra el Salernitana. Queda una duda: mientras que en cualquier otro deporte, en un caso similar el deportista habría sido suspendido inmediatamente como medida cautelar, a un futbolista se le permitió jugar y ganar un Mundial (Argentina no arriesgó nada, se necesitan al menos dos positivos). pruebas para iniciar un Mundial). procedimiento de descalificación del equipo) a pesar de la positividad confirmada.
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