Ante la crisis energética mundial desencadenada por la guerra en Ucrania, la administración Biden ha decidido permitir que la petrolera española Repsol, la italiana ENI y la estadounidense Chevron importen crudo venezolano a partir del próximo mes sin incurrir en las sanciones impuestas en su momento desde Washington contra Caracas. .
Ya en los últimos días, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, había saludado «las modestas pero significativas medidas» tomadas por Estados Unidos «para otorgar las licencias» necesarias para que las empresas petroleras operen en Venezuela, lo que permitió un relajamiento de las sanciones contra su gobierno.
Maduro, en su discurso a la radio argentina, remarcó cómo permitir que Repsol, ENI y Chevron iniciaran procesos de producción de gas y petróleo permitió a su país volver a «exportar materias primas a sus mercados naturales».
Sin embargo, un alto funcionario estadounidense subrayó que la política de Washington hacia Venezuela se ha mantenido sin cambios: las sanciones serán «más ligeras» si hay avances hacia la democracia y «más duras» en caso contrario.
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