Estados Unidos y Cuba también se suman a la batalla del mundo del vino contra las llamadas etiquetas anti-alcohol.
El asunto de la “etiqueta anti-alcohol” ha tomado ahora proporciones atlánticas: después de unos meses de aparente calma, ¿será que en nuestra región estábamos demasiado ocupados con los grillos y la carne cultivada? -, en efecto, volvemos a hablar de la decisión irlandesa (pero que podría convertirse en una realidad comunitaria) de fijar en las bebidas espirituosas, vino por supuesto, incluyendo algunos Etiquetas que advertirá a los consumidores de los daños a la salud que provoca el consumo de alcohol. Italia presentó una férrea oposición –pero aderezada con algunos deslices–, reforzada también por la coalición con España y Francia; y ahora encuentra un aliado inesperado en el Estados Unidos y en Cuba, quienes recientemente solicitaron una aclaración de las autoridades del gobierno irlandés sobre todo el asunto.
El mundo del vino y la guerra contra las etiquetas anti-alcohol
Huelga decir que, si otros países expresaran sus quejas, una (más) prórroga de los plazos para decidir sobre la medida notificada por la‘Irlanda en febrero, al que siguió un silencio más o menos elocuente por parte de la Comisión Europea. Cuba, en particular, manifestó su oposición no “por el objetivo mismo sino por la desproporcionalidad de la medida”; mientras que la Estados Unidos se habrían limitado a expresar cierta perplejidad.
¿El siguiente paso? Según Federvini, «las autoridades irlandesas han decidido suspender de nuevo la aplicación de la legislación a la espera del resultado del procedimiento ante la OMC». En otras palabras, esperamos, esperamos, provisionales; ojalá en otros teatros como Alessandra Mussolini que se pega a una botella de vino en vivo como signo de elocuente defensa de las producciones italianas.
Los principales colegios profesionales, por su parte, se frotan las manos, claramente satisfechos con la intervención exterior. “Los comentarios realizados por Estados Unidos y Cuba en la Organización Mundial del Comercio representan una señal importante y significativa para estimular la atención internacional sobre un tema de interés común como es la protección de la libre circulación de mercancías y Información correcta de los consumidores”, explicó sobre este tema. Micaela Pallini, presidente de Federvini.
«Esperamos que los comentarios de terceros países», concluyó Pallini, «puedan llevar a la Comisión Europea a examinar detenidamente los perfiles críticos vinculados a la legislación irlandesa y las consecuencias no solo económicas sino también de reputación de la propia Unión Europea que pudiera resultar de su aplicación». La línea de defensa contra los más temidos Etiquetas, mientras tanto, sigue tomando la forma de una invitación a diferenciar el consumo simple del abuso de alcohol, vino incluido; La propia Pallini quiere la creación de un «debate en la dirección correcta para luchar contra el abuso a través de la educación y la información correcta para los consumidores».
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