España, acuerdo entre socialistas y separatistas catalanes para un nuevo gobierno de Sánchez

El partido socialista y los separatistas catalanes Junts per Catalunya han llegado a un acuerdo para permitir la formación de un nuevo gobierno de Pedro Sánchez en España. El acuerdo prevé una amnistía para los protagonistas del intento de secesión de 2017

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El acuerdo fue firmado el 9 de noviembre en Bruselas por representantes del Partido Socialista Español, psoéy el partido independentista catalán Juntas por Cataluña y abre las puertas a una nueva toma de posesión de Sánchez, el actual presidente español que necesita los votos de los parlamentarios catalanes para obtener otro mandato.

Desde el viernes 10 de noviembre, el Presidente del Parlamento Francine Armengol debería comunicar la fecha de la sesión parlamentaria en la que tendrá lugar el debate y el consiguiente voto de confianza a favor de Sánchez: se podría elegir un día de la semana que viene.

Los cálculos de Sánchez

Para seguir siendo presidente, Sánchez necesita más votos a favor que en contra en la votación parlamentaria. Su partido tiene 122 escaños, a los que se suman los 31 de Coalición de izquierda Sumarel 7 Esquerra Republicana de Cataluñaotro partido independentista, el 6 de EH Bilduformación autonomista del País Vasco y el voto único del diputado de Bloque Nacionalista GallegoEl partido gallego.

En total, obtuvieron 167 votos a favor, sin alcanzar una mayoría absoluta de 176. Para ello fue necesario convencer, o cerrar acuerdos, con otros dos partidos regionales, el Partido Nacionalista Vasco (PNV, que cuenta con 5 parlamentarios y con que parece que hay un acuerdo en el horizonte) y precisamente los Catalans de Junts, que tienen 7 diputados.

Pedro Sánchez tiene hasta el 27 de noviembre para obtener la nominación y formar un nuevo gobierno: si no lo logra en esta fecha, el Parlamento se disolvería y se convocarían nuevas elecciones para enero de 2024.

Una ley impugnada

El acuerdo alcanzado en Bruselas pretende «abrir una nueva etapa» y «resolver el conflicto» desencadenado por el intento de secesión de Cataluña en 2017, según explica el socialista firmante. Santos Cerdán. Para ello, incluimos un pacto de colaboración política que durará toda la próxima legislatura, y un ley de amnistía para los protagonistas del intento de secesión, que incluyen tanto a representantes políticos como a ciudadanos que participaron en la consulta de 2014 y en la referéndum activista independentista desde el 1 de octubre de 2017.

Este es precisamente el punto más indigerible para los críticos del acuerdo: los partidos de derecha anuncian una oposición decidida; el Partido Popular la califica de “deslegitimación de la democracia”, para usar las palabras de su secretaria cuca gamarra. Dolors Montserrat, portavoz del PP en el Parlamento Europeo, pidió en cambio «el principio del fin del Estado de derecho» y «una página negra para la democracia española» un artículo sobre.

Durante varios días miles de personas protestan animadamente frente a la sede del Partido Socialista en Madrid y se registraron otras manifestaciones similares en otras ciudades españolas.

La Unión Europea también intervino sobre el tema, con una carta abordado por El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders a la ministra española Félix Bolaños Pilar Llop, pidiendo información sobre la ley de amnistía, que podría suscitar “graves preocupaciones”.

Acuerdos y diferencias

El acuerdo, sin embargo, no elimina las diferencias entre los socialistas, firmemente opuestos a la independencia, y los secesionistas catalanes. De hecho, el texto del acuerdo recoge que las partes se comprometen a garantizar la toma de posesión de Sánchez «pese a profundas diferencias» y «desconfianza mutua».

Por un lado, Junts per Catalunya reconoce el resultado de referéndum separatista y las consecuencias declaración de independencia del 27 de octubre de 2017. Por otro lado, el PSOE niega cualquier legitimidad a la consulta y «rechaza cualquier acción unilateral». Pese a ello, ambas partes se comprometen a «alcanzar acuerdos importantes sin renunciar a sus respectivas posiciones».

Además de la ley de amnistía y el apoyo a la toma de posesión de Sánchez, socialistas y separatistas acordaron un mecanismo para desarrollar negociaciones entre ellos, con el objetivo de alcanzar acuerdos concretos sobre las aspiraciones de la sociedad catalana y sobre una serie de cambios sobre las condiciones de la autonomía catalana. . El acuerdo es más bien un marcogran parte de cuyo contenido aún está por determinar.

«Vamos a entrar en una nueva fase, que habrá que explorar y explotar. Una fase cuyo progreso y ambición dependerán en gran medida de nosotros, de nuestra capacidad para utilizar las herramientas acordadas, a la que no hemos puesto otros límites que la voluntad del pueblo catalán», en palabras del bruselense Carles Puigdemont.

El futuro político de Cataluña, sin embargo, sigue siendo objeto de conflicto: Junts propondrá una nuevo referéndum de autodeterminaciónesta vez según los preceptos deArtículo 92 de la Constitución española. En cambio, el PSOE aspira al pleno desarrollo del Estatuto catalán de 2006, una ley autónoma impugnada y suspendida por el Tribunal Constitucional español.

Agata Olvera

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