Eurispes, en 2023 más del 33% de los italianos se verán obligados a abandonar el tratamiento

Una cuarta parte de las familias italianas reportan dificultades financieras relacionadas con los servicios de salud. De cara a 2022, se confirma que esta dificultad es mayor, especialmente para los ciudadanos de las comarcas del sur (28,5%) e Islas (30,5%). Además, un tercio de los ciudadanos (33,3%) afirma haber tenido que abandonar los servicios y/o intervenciones sanitarias por falta de disponibilidad de estructuras sanitarias y listas de espera. Y esta tendencia se confirma y aumentará también en 2023. Esta es la tendencia que se desprende del II Informe sobre el sistema de salud italiano “El Termómetro de la Salud”, elaborado por Eurispes y Enpam.

El informe también destaca que los italianos gastan casi 40.000 millones de euros de su propio bolsillo cada año en servicios y medicamentos en su totalidad o en parte (pago de un copago) no cubiertos por el NHS, alcanzando una participación del PIB superior al 2%. . A ello se suma la intensificación de la movilidad asistencial, generada por la necesidad de acudir a estructuras públicas de otras Comunidades Autónomas para obtener servicios del SNS que no están realmente disponibles en el territorio de residencia por déficit. En este sentido, las cantidades pagadas por las Regiones que «dan» pacientes a quienes pueden prestar los servicios, subraya Eurispes, «crean una dificultad adicional en los presupuestos sanitarios ya comprimidos por los planes de reembolso. Por el contrario, las Regiones que prestan numerosos servicios a los ciudadanos no residentes pueden contar con un sobrepresupuesto que permite invertir en estructuras y personal, de los que se benefician prioritariamente los ciudadanos residentes”.

En términos de eficiencia, la brecha entre ciertas regiones del Norte y las del Centro-Sur se está ampliando inevitablemente. En los dos extremos, la Región de Lombardía registró un saldo positivo de casi 809 millones de euros en 2018, mientras que la Región de Calabria registró un déficit de casi 320 millones de euros y la Región de Campania más de 302 millones. Además del aumento de las cuentas económicas de los distintos sistemas regionales de salud, la movilidad asistencial destaca el fenómeno representado por cerca de 1,5 millones de ciudadanos que en 2018 tuvieron que salir de su región de residencia para buscar tratamiento.

“Sin planificación, vamos hacia la atención censal”
Si el Sistema Nacional de Salud «no logra programar y luego absorber la profesionalidad necesaria, los Hogares y Hospitales de la comunidad quedarán vacíos -dice el Informe- mientras se agudiza la crisis en el sector decisivo de la medicina general, los hospitales continúan deteriorándose, seguirá deteriorándose la universalidad de la salud pública, se abrirán nuevos caminos a la sanidad privada, y el tratamiento se convertirá en una cuestión de riqueza». «Quienes expresan correctamente la apertura y la esperanza ante los nuevos vientos que estar soplando en la salud pública, al mismo tiempo – dice el informe – no puede dejar de ver que los esfuerzos realizados en respuesta positiva a la pandemia son solo parciales y, en cierta medida, mientras que los servicios más avanzados y directos, por ejemplo. al ciudadano-paciente se supone, en los últimos meses, en los hospitales de muchas regiones, los servicios de urgencias emplean médicos externos en nómina debido a la ausencia de médicos internos, debilitados por las rotaciones agotadoras y muchas veces fugitivas del público, mientras que en muchas regiones las competencias no se prohíbe conceder becas a nuevos médicos generales con la celeridad necesaria». También desde un punto de vista cultural, “la encomiable atención que la Orden Ministerial 77 dedica a la telemedicina y la optimización de las redes de comunicación en el sector salud, choca con la realidad de muchas regiones para las que la historia clínica electrónica -concluyen Eurispes y Enpam- es todavía un instrumento fundamentalmente desconocido».

Los sueldos de los médicos en la baja Europa
Los datos sobre la remuneración de médicos especialistas y enfermeros hospitalarios en relación con el PIB per cápita indican que el médico italiano tiene una renta igual a 2,4 veces la media del país, mientras que en Gran Bretaña la ratio se eleva a 3,6, en Alemania a 3.4, en España a 3.0, en Bélgica a 2.8. En general, se puede decir que la labor del médico obtiene menos reconocimiento económico en Italia que lo que ocurre en los grandes países de Europa Occidental. En cuanto a las enfermeras, señala el informe, la situación es diferente: sus ingresos corresponden exactamente a la media de los demás trabajadores; además, no dista mucho de la media del resto de países, 1,7 y 1,5 respectivamente, si se excluyen Bélgica y España.

Martita Bailon

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